Si en MI PRIMER CÓMIC trataba de la auto-destrucción, los impulsos suicidas, la intolerancia cobarde al dolor cotidiano que lleva al suicidio, o al menos a considerar la posibilidad, en este "
BORREGOS", exploro la explosión violenta hacia el exterior, el ODIO a los otros, a los "
normales" nacido de la consciencia (o creencia) de ser diferente, distinto...y mejor!. Visto en la distancia, debo haber sido un joven lleno de IRA que han reposado hasta dar lugar al cuarentón con MALA OSTIA que soy. Pero al final, el personaje en un arrebato de lucidez se da cuenta que ha errado el tiro, que el enemigo NO es el distinto, es el SISTEMA, en cuyo engranaje ha entrado sin ni tan siquiera darse cuenta...como TODOS (Apliquense el cuento TODOS los terroristas -individuales, militantes o de Estado- revolucionarios, reaccionarios o religiosos). Yo sólo tenía 20 años y ya me dí cuenta aún sin saberlo.
Una curiosidad técnica en cuanto a dibujo, en la segunda y tercera viñetas, los fondos están resueltos con un aerógrafo cutre-casero: un cepillo de dientes viejo empapado en tinta china y activado digitalmente (o sea, con el dedo) para esparcir la tinta (ojo, tapando antes con un papel al personaje para no "aerografiarlo" sin querer.
Cutre ¿verdad? Si, pero efectivo y barato. El resto de las texturas están dibujadas
a mano, línea a línea y punto a punto, sin tramas mecánicas ni edición por ordenador...con DOS COJONES!
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